Los test de intolerancias alimentarias llegan a Cuenca

Las intolerancias alimentarias son un fenómeno diferente a las alergias. Los alérgenos aumentan la reactividad del sistema inmunológico mientras que los alimentos que producen intolerancia generan un campo perturbador que rebaja el sistema metabólico. Esta es la razón por la que, en muchos casos, seguir consumiendo un alimento al que somos intolerantes puede traer consigo un aumento de peso, dolores de cabeza, hinchazón, pesadez, trastornos de la circulación y muchos otros. Por ello es importante tener consciencia de qué alimentos, bebidas o preparados no tolera nuestro cuerpo para poder reducir su ingesta con el fin de sentirnos mejor.

Algo que ya es posible saber al realizar un test de intolerancias alimentarias que en Cuenca tan solo puede adquirirse en la farmacia San Antonio. Las pruebas, distribuidas por Freefarma, que apenas llevan tres semanas a la venta en la capital conquense han tenido buena aceptación y hay personas interesadas en ellos, aunque todavía no se ha materializado ninguna venta, tal y como ha explicado la titular de la farmacia, Eva Guirao, a Las Noticias de Cuenca.

CÓMO REALIZAR EL TEST

La prueba se realiza con una muestra de cabello que se envía a Italia para ser analizada y cuyos resultados estarán listos en cinco días y el cliente recibirá un dossier personalizado en el que aparecerán reflejados los alimentos a los que se tiene intolerancia, en qué porcentaje, y una dieta modelo para intentar mejorar los efectos negativos que produce en el organismo. “Es muy completo y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de una persona porque si por ejemplo tiene dolor de estómago y el test detecta que viene producido por la ingesta de un vegetal podrá reducir su consumo y sentirse mejor”, señala la farmacéutica.

Además, con la misma muestra de cabello también puede llevarse a cabo un test de antienvejecimiento, de disbiosis intestinal, otro para deportistas y uno específico para los más pequeños de la casa.

Y no solo eso, sino que también los test de intolerancias alimentarias son aptos para mascotas y el procedimiento es el mismo.

Si bien, es necesario tener en cuenta que “no se trata de pruebas diagnósticas”, puntualiza Guirao, y ante cualquier duda es recomendable acudir al médico.

Más de 600 alimentos registrados

Este test de intolerancias alimentarias es la única prueba en el mundo que mide más de 600 intolerancias nutricionales que divide por categorías. Es decir, tiene apartados específicos para todo tipo de vegetales, condimentos, legumbres, bebidas, frutas, edulcorantes, productos lácteos, carnes y pescados. Sin embargo, en estas dos últimas categorias  –carnes y pescados– se  hace una diferenciación no solo por especies animales sino también por partes. Es decir, el test es capaz de detectar si la persona es intolerante al costillar de cero y dicho alimento aparecerá marcado en rojo, pero igual sí tolera la cinta de lomo o el tocino. Además, puede suceder que la prueba demuestre que somos intolerantes a alimentos que nunca tomamos.

Cabe señalar que la investigación de las intolerancias alimentarias no concierne ni al gluten ni a la lactosa ni a otras enfermedades metabólicas o bioquímicas como la diabetes o intolerancia a la caseína o alergias. Puede ocurrir, por ejemplo, que los cereales o productos lácteos no estén indicados en rojo para aquellas personas que tengan intolerancia permanente al gluten o lactosa u otras intolerancias patológicas. Esto ocurre porque nuestra metodología de prueba patentada nos permite detectar única y exclusivamente sensibilidades metabólicas y no alergias.